HABITABLE STRUCTURES
Dibujar casas ya es un tema extraño para un artista; no se trata de fascinación por la arquitectura; hay algo más oculto. Tras dibujar numerosos escenarios donde las estructuras inhabitables son las protagonistas, me he preguntado si realmente son casas o si, por casualidad, son un ser vivo, una entidad, quizás biológica, que para nuestro imaginario humano se asemeja misteriosamente a las casas.
Como sacadas de una pesadilla, disfrazadas de un sueño amigable, parece haber una justificación para estas casas vivientes. Más que historias de terror, podemos pensar que, al igual que las flores, y especialmente las plantas carnívoras, estas entidades vivientes han evolucionado para asemejarse a una forma familiar, amigable y acogedora para el ser humano: una casa, un hogar donde encontrar refugio, pero es como si ya supusiéramos una trampa. Cabe destacar que en estas piezas no hay figuras humanas interactuando con estas casas vivientes; si bien hay rastros de civilización que complementan las estructuras, ¿dónde están los humanos?
En algún planeta lejano o en las profundidades de las pesadillas, la tierra está habitada por estas estructuras vivientes, esperando pacientemente a su próxima víctima.
O tal vez, como los cangrejos ermitaños, algún extraño animal vive ahora allí. ¿Qué otra cosa podría ser?